En supply Chain un eslabón importante de esa cadena es el departamento de logística que al igual que un elevador, cuando está operando en normal funcionamiento pasa casi desapercibido, pero cuando se falla, todos voltean a verlo, nadie esta feliz y los extra-costos son enormes.
La situación actual de industria marítima global se viene manifestando hace algunos meses con alto congestionamiento de puertos, falta de contenedores e insuficiencia de servicios accesorios como transportistas y almacenajes, ha generado grandes retos a superar en la gestión SCM. Los tiempos de posicionamiento y reposición de materias primas y mercancías se han duplicado o triplicado y los costos en muchos casos se han quintuplicado. En este contexto de alta incertidumbre y falta de control sobre los factores que generan la crisis deben desempeñarse los directivos de Supply Chain, por un lado, para gestionar la crisis intra organizacional que como consecuencia de esos factores se produce, y por otro lado, en la búsqueda de nuevas vías y estrategias que le permitan sortear en la mejor forma posible y con la mayor contención de daños los efectos causados por la crisis global.
Primero, ¿Qué es lo que está pasando?
La suma de los factores enunciados a continuación, son la causa del problema:
China se ha convertido en “la fábrica del mundo”, todo lo que allá pase se verá reflejado en todos los mercados, por ello, por ejemplo, las nuevas medidas para contener los nuevos brotes de las más potentes cepas del COVID19, los tifones, los accidentes marítimos, los problemas con los trabajadores portuarios han producido demora en los despachos.
La falta de acero a nivel mundial para poder fabricar contenedores (ocean container) que suplan la creciente demanda del comercio internacional, cuyo crecimiento se estima en cerca del 4% anual la cual es transportada en casi un 80% por vía marítima.
El incremento exponencial en las compras que se creó como consecuencia del confinamiento, así como la vuelta a “la normalidad”, y también, las compras estacionarias (Christmas season) de fin de año, sumado al efecto psicológico con que reacciona el mercado a la escasez duplicando sus compras “para protegerse” (como pasó con el papel sanitario durante el inicio de la pandemia).
La capacidad de los buques. (aun cuando cada vez más los ocean carrirer incorporan buques con gran capacidad de unos 24.000 TEUs)
La capacidad y operatividad de los puertos, cuyas infraestructuras no han sido actualizadas en años como tampoco se ha invertido en su expansión. En la bahía de San Francisco, para inicios de septiembre se acumularon unos 70 buques a la espera de descarga, la administración de Biden forzó a los puertos a trabajar 24 horas y para octubre en promedio hay 50 buques en espera, pero no se espera que eso mejore.
El colapso de los servicios accesorios a la actividad portuaria, como almacenes y transportes terrestres. Solo en Europa, se estima que a la fecha hacen falta mas de 15.000 conductores calificados para suplir la creciente demanda.
¿Es esta situación coyuntural?
De acuerdo con la mayoría de los expertos en la materia, el panorama no va a cambiar hasta finales del 2022. En un reciente reportaje hecho por la CNN, La firma Moody's Analytics concluyó: "Los controles fronterizos y las restricciones de movilidad, la falta de disponibilidad de un pase de vacuna global y la demanda reprimida por estar atrapado en casa se han combinado para una tormenta perfecta donde la producción global se verá obstaculizada porque las entregas no se realizan a tiempo, los costos y los precios aumentarán y como resultado, el crecimiento del PIB en todo el mundo no será tan sólido ", escribió Moody's en el informe”.
¿Cuáles han sido los efectos de esta crisis?
Muchos, los más obvios y que nos afectaran a todos son los siguientes:
Incremento brutal en los fletes o tarifas marítimas, donde en muchos casos ha superado el 400% de la tarifa regular, en particular para la ruta Asia – América.
El incremento de los costos logísticos tiene un impacto directo en el consumidor final, porque todos los costos son trasladados al producto, todo ello se resume en mayor inflación y ralentización del crecimiento del PIB.
Escases de commodities, materias primas, insumos, partes y piezas. Particularmente cabe mencionar la industria automotriz con su proceso just in time, por ejemplo.
Demora significativa en los tiempos de entrega, con el subsiguiente retraso – delay – en los procesos productivos y de abastecimiento.
¿Cómo ha reaccionado el mercado ante estos retos?
Las grandes marcas, los Retailers, cuya capacidad financiera es importante, han decidido fletar sus propios barcos para mover la carga. Coca Cola es un ejemplo, en principio fletando barcos para mover granos, igual cosa ha hecho la reconocida red de tiendas Walmart para poder asegurar que su mercancía llega a tiempo para las ventas de fin de año.
Por otro lado, las líneas navieras han destinado muchos de sus barcos a cubrir estas rutas que dejan un enorme margen de utilidad, desviando muchos de sus barcos, de sus rutas habituales para suplir la demanda con mayor margen de reveneu. Esto afecta a muchas áreas geográficas del planeta, casi nadie se salva de este efecto. La formula es: Menos barcos = Mas tiempo de tránsito y mayores costes y a su vez, mayor inflación.
Las navieras - ocean Carrier - han negociado con los consignatarios y desvían sus buques a otros puertos para evitar el congestionamiento, maltratando aún más los maltrechos costos logísticos. Por otro lado, los grandes ganadores de esta crisis son las navieras, de algunas de ellas ya se conocen sus resultados financieros parciales correspondientes al año 2021 y los números son impresionantes, su facturación y utilidad han subido sin precedentes en la historia.
¿Podría haberse evitado esta situación?
"No creo que nadie haya previsto este enorme aumento de la demanda, especialmente después de que los barcos se paralizaron durante la pandemia", dice la Sra. Janet Porter, Chair of the Lloyd's List Editorial Board.
Tu rol como Directivo en el diseño de la estrategia de gestión.
Cómo directivo de Supply chain, seguramente te has planteado que debes considerar en el diseño de la estrategia para la gestión de esta crisis global. Las siguientes son algunas consideraciones a tomar en cuenta en el diseño de la estrategia:
Comunica a toda la red de decisiones de tu empresa, cual es la situación actual, como los afecta y cuales son las perspectivas en términos de tiempo y costos que debe afrontar.
Crea alianzas con otros exportadores e importadores para en conjunto poder consolidar carga que te permita negociar mejores fletes y tarifas con las empresas navieras.
Recalcula tus tiempos de tránsito y los niveles de inventarios adecuados a esta nueva realidad.
Mantén una fluida, positiva y constructiva comunicación y relaciones con los operadores logísticos para como una comunidad puedan desarrollar estrategias que en conjunto minimicen los impactos de la crisis.
Como siempre, la creatividad, flexibilidad, trabajo en equipo y anticipación son tus herramientas para adaptarte lo mejor posible y salir exitosos.
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